.Espigada y desprendiendo calma ha venido Alicia a
visitarme. Hacía tiempo que no la veía, su trabajo en aquella ONG la ha tenido
aventurada por distintos lugares de África. Allí, entre otras muchas cosas, ha
visto como venden a hombres, niñas, mujeres y críos. Amontonados como animales.
La mayoría de color. Con la misión de ser esclavizados.
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